En el centro hay un hombre que camina escuchando un radio viejo. El hombre le habla al radio y el radio le contesta y presiento que no importa qué le contesta: el hombre siempre ríe.
A su lado camina un perro que no sabe que es un radio ni le importa.
El día que al radio se le acaben las pilas, ambos morirán.
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