Su pueblo de nacimiento es tan irreal que parece una más de sus creaciones, pero en realidad existe en el centro del mapa imaginario de la actual literatura argentina.
Nace en 1949, año de la primera audición, en el Carnegie Hall, de “Sonatas e interludios” de John Cage, lo que no deja de ser una coincidencia bastante significativa.
A partir de 1967 se instala en el barrio de Flores, en el centro de Buenos Aires, y se gana la vida dando cursos de literatura y traduciendo libros de idiomas que no conoce, lo que produce importantes ganancias para su economía doméstica y algunas de las obras más memorables de los últimos tiempos.