Si O Púcaro Búlgaro existe, entonces Campos de Carvalho tendrá que fatalmente existir. Este es el único punto en el cual parecen estar de acuerdo los que niegan y los que defienden la existencia de este entrañable escritor, nacido el primero de noviembre de 1916 en Uberaba, una pequeña ciudad al suroccidente del Estado de Minas Gerais, en Brasil.
Mi primer encuentro con el autor ocurrió en enero del año 2005 cuando mi amigo, el librero carioca Daniel Chomski, me regaló un pequeño librito titulado O Púcaro Búlgaro firmado por un tal Campos de Carvalho. El título llamó poderosamente mi atención por no tener la más mínima idea sobre lo que significaba la palabra púcaro y menos aún esa combinación estrafalaria: Púcaro Búlgaro.