Em liberdade de Silviano Santiago reproduce un supuesto diario que el escritor brasilero Graciliano Ramos habría escrito al salir de prisión en enero de 1937. Según Santiago, el escritor entregó los manuscritos del diario a un amigo y le pidió que sólo los diera a conocer 25 años después de su muerte. Sin embargo, en 1953, Graciliano le escribe a su amigo en vísperas de un viaje a Argentina para un tratamiento médico, pidiéndole que queme los originales. Su amigo nunca los quemó, aunque le afirmó al autor del diario haberlo hecho. Un mes después, Graciliano Ramos moría en Rio de Janeiro. En 1960, Santiago conoce en Rio al guardián del diario, que un día decide contarle la historia del manuscrito y su decisión de no quemarlo. Luego en 1965 Santiago recibe los manuscritos en Nueva Jersey, donde estaba enseñando en la Universidad de Rutgers. El antiguo poseedor de los papeles había dejado una nota para que después de su muerte estos le fueran enviados a Santiago. El plazo de 25 años pedido por Graciliano Ramos se completaba en 1978, cuando Santiago decide publicar el diario. Existe una serie de detalles que revelan el carácter ficcional del libro, pero al mismo tiempo, la obra está tan magistralmente construida que la mayor parte del tiempo se olvida – y a lo mejor esto no tiene la menor importancia. Realidad y ficción se funden en un ejercicio perfecto donde el escritor asume el papel de su personaje: otro escritor que reconstruye y analiza los días posteriores a su salida de la cárcel. El mismo Graciliano dice en uno de los apartes del diario que no quiere caer en la armadilha de la ficción, que no quiere hacer del diario una novela. Dice Graciliano “[…] la presencia omnipresente del novelista, constructor de tramas, es relegada a un segundo plano. La secuencia de las escenas es dada por los caminos y descaminos de una vida. Sigo los pasos del personaje, no sigo la trama del novelista. Por la primera vez”. Pero quien escribe todo esto es en realidad el novelista Silviano Santiago. La diferencia entre diario y novela, realidad y ficción, vida o trama, quiere ser explicada pero hace parte de una ilusión. ¿No es el autor del diario también un personaje construido? Detrás de la máscara hay siempre otra máscara, como diría Severo Sarduy.
Em liberdade, de Silviano Santiago
24 Feb- Comentarios 1 comentario
- Categorías Diarios, Graciliano Ramos, Reseñas, Silviano Santiago
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