Yo también tuve mi visión
Sentado en una banca del metro
Escuchando un disco de Marco Mahler
Mientras veía una chica
Que jugaba con su pelo
Con la mirada perdida
En el vagón sucio
O en el paisaje de acero.
Yo también tuve mi visión
Sobre lo efímero
Y en ese momento recordé
aquel monje zen
Que decía
Que se puede ser feo y feliz.
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